El mundo me llena de cosas pequeñas y simples que me llenan el corazón y agradezco profundamente. 

A veces debería utilizar mejor mi tiempo.

Espérame, qué son tres semanas y cuatro días más. 

A veces creo que no nací para vivir en distancia, pero desde siempre la conozco y con los años solo ha ido aumentando. Como leí recién de C, "La distancia es un incendio que me quema el alma". Y sí, espero que sea como el viento y se lleve con el tiempo.

ME pasa, que todo lo que pude cuestionarme de la vida, de lo que quería y no quería, lo hice un año entero sentada frente a un computador en el mejor primer trabajo que pude tener como diseñadora. Y eso, que ese mejor primer trabajo como diseñadora, me hizo huir rápidamente. Y aquí, reafirmo todo eso. Pero, aunque con el tiempo me he dado cuenta que a muchos les cuesta llegar siquiera a esa base, para mi fue natural e inmediata y lo realmente difícil, aun siete meses después estando aquí, es saber que camino seguir. 

Abuelita, ochenta años de fuerza, plantas y dulzura. 

Mañana nueve de noviembre mi hermanito cumple cinco años, mis recuerdos comienzan desde esas edad, desde las cosas más borrosas, grandes hasta los detalles más insignificantes, que ahora, les doy mucha importancia, mucha importancia para una niña de cinco años.

Aunque los momentos que hemos compartidos quedarán en su inconsciente, ahora es cuando cada pequeño y corto momento que tenga para estar con él, lo tengo que hacer valer e igualar a dos hermanos que si crecieron viviendo cerca. Menos mal, tengo la mitad de mi familia a la chucha y sé lo que es verlos cada uno o dos años y aún así ser de las personas más importantes y bacanes de mi vida. Si que se puede!